Si tiene ideas de negocios: no alucine, ejecute

Todos soñamos con un futuro mejor, sin embargo no todos llegamos a él. Sucede porque para una gran mayoría los sueños son sólo eso, sueños, para unos pocos, emprendedores, los sueños son el diseño de su próxima realidad.

Convertir los sueños en realidad no es una tarea fácil e implica obligatoriamente tres requerimientos imprescindibles: pensar en resoluciones, pensar en recursos y pensar en operaciones.

Estos tres requerimientos tienen una virtud prodigiosa y es que aterrizan nuestros sueños y los parametrizan en términos de lo posible y vislumbra cualquier alternativa para lograr lo imposible. Eso es fundamental para lograr el éxito en los proyectos de emprendimiento.

Pensar en resoluciones significa, desde lo básico, que nuestro sueño debe resolver algo para alguien diferente de nosotros mismos. Eso garantiza que el sueño que tengamos genere impacto y tenga proyección.

Ese es el inicio de la producción de la riqueza en los diversos significados de esta palabra: riqueza social, riqueza ambiental, riqueza emocional y la que es más interesante para algunos, riqueza económica.

Aunque junto a la palabra sueño no pareciera conjugarse la palabra negocios y menos la palabra dinero, es una de las maneras cómo lograremos materializar lo que anhelamos, aun así, estos son los elementos que configuran el pensamiento emprendedor.

Cuando se habla de pensar en recursos, nuestra mente, casi automáticamente, se orienta hacia nuestras limitaciones, y sí, es necesario tenerlas en cuenta, pero en realidad no representan un obstáculo, simplemente establecen un punto de partida para nuestra capacidad de gestión. Pensar en recursos significa establecer una ruta de requerimientos para conseguir lo que deseamos y trazar estrategias para conseguirlos.

Y pensar en operaciones, estoy convencido de que es una de las habilidades muy importantes, pues determina pasos reales de cómo se hacen las cosas. Lo cierto es que las personas son muy creativas y tienen ideas geniales, sin embargo, la mayoría no las aterrizan y muy pocos las convierten en realidad. Para ser verdaderamente exitosos, debemos hacer uso de estas tres maneras de pensar y tener en cuenta de que obras son amores, por nuestras obras seremos medidos; hablar es muy fácil, pero es haciendo que demostramos lo que somos y debemos recordar que en la práctica, como personas, nosotros no somos lo que decimos que somos, nosotros somos lo que hacemos.

Wilson Garzón Morales

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