De Disney a Tesla… El mundo ya cambió

No es sólo el efecto de la pandemia que sirvió como catalizador pues todo esto ya venía. Es la suma de la cuarta revolución industrial y de la transformación digital. Ya las brechas generacionales son más evidentes, los mundos se están separando como no lo habíamos anticipado y contingentes enteros nos quedaremos atrás.

Mi papá y mi suegra tienen una característica muy especial: se quedan dormidos a penas empezamos a ver una película. No van a cine y su conocimiento del sector, artistas y producciones es bastante limitado. Mi esposa y yo, que ya contamos con una edad bastante madura, por el contrario, somos medianamente cinéfilos, vamos a las salas de cine, por la experiencia, somos muy televidentes y somos consumidores de plataformas de cine. Pagamos Netflix y estamos regularmente al día de lo nuevo que hay en las producciones y lo disfrutamos. Mi hija por el contrario, es muy consumidora de series de Netflix, las consume constantemente y poco le interesan las casas y producciones cinematográficas, consume la plataforma como se consume televisión.

Durante mucho tiempo, Netflix aprovechó su modelo de negocio que transformó tanto la manera de consumir la cinematografía como la televisión. Eso le permitió un crecimiento importante en el mundo y ser la número uno del sector. Sus capacidades distintivas operaron sobre un mapa de restricciones y lo redefinió. No obstante, esa posición fue difícil de sostener sólo como una fuente de exhibición y le obligó a tener sus propias producciones. Las casas productoras entendieron el modelo de negocio e inicialmente mediante el proceso de innovación-imitación, empezaron a entrar en el juego, siendo que son fuertes en uno de los factores principales de la cadena de valor y es que son los dueños de la producción. Esta situación permitió que las producciones de otros lugares del mundo entraran a Netflix. Inició adquiriendo productos en Asia, por eso empezamos a encontrar series Chinas, Japonesas, Coreanas y mucha producción India y Turca.

No cuenta Netflix con reales barreras de entrada. Quien tuviese el dinero y alguna relación con el negocio podía generarle competencia.  Empezamos a ver plataformas como la de Claro o de Telefónica entregando productos que además de ser atemporales empezaron a ser interactivos. Luego ingresó Amazon Prime Video, y recientemente, en Latinoamérica, Disney la cual se plantea como la líder del sector, para lo cual ha tomado previsiones importantes: adquirió a Marvel y a StarWars, entre otras. Está apoyado por diversos canales de televisión por cable, lo que no tienen los otros y cuenta con los estudios de televisión y cine más avanzados del mundo.

Disney abarca la mayoría de los segmentos de mercado y es absorbente, no está dejando espacios sin cubrir y está trabajando en lo que serán el cine y la televisión del futuro: Interactividad en Realidad Virtual y en Realidad Aumentada y espere la introducción doméstica de los productos holográficos.

Disney no ha empezado a facturar como se supone y ya se plantea que será el número uno aprovechando su posicionamiento histórico y su infraestructura.

Amazon Prime Video cuenta con el apalancamiento económico suficiente aunque todavía no ha dado señas de utilizar las capacidades distintivas de Amazon para apoyar su plataforma. Y esto, deja a Netflix a la mitad de la cola de plataformas, siendo que la Warner y Sony han sido muy tímidos en el modelo de negocio y que las otras plataformas no cuentan con la infraestructura ni el dinero para competir.

No obstante, el desarrollo tecnológico y la experiencia del cine está muy lejos aún de agotarse. Netflix está apostando por producciones locales y en el ambiente se viene susurrando la idea del Cine de Inmersión que le permitirá al espectador involucrarse en la historia de realidad virtual con la interactividad suficiente para modificar la narrativa. El caso de Wild West llevado a la Realidad Virtual en Internet.

La modalidad por suscripción puede asimilarse como una estructura de red, no obstante no es suficiente. No existe por parte de ninguna de las plataformas ni el acercamiento ni el acompañamiento al consumidor que vaya más allá del algoritmo. Esto implica que la gestión de comunidades es pobre y deja mucho margen para desarrollar estrategias de nicho. Por ejemplo, la introducción de los productos de Estudios Gibbli en Netflix, atrajo a un número indeterminado pero interesante de consumidores de animé de culto.

Uno de los principales escenarios que se vienen para el presente inmediato es la introducción de la tecnología de comunicaciones 5G, lo que permitirá nuevos desarrollos y nuevas maneras de consumir y que afectará en especial a las nuevas generaciones de consumidores.

Tendremos modificaciones culturales como el de la importancia de las “estrellas”. Ya tenemos el caso en el que son los personajes y no los actores las verdaderas estrellas. Cómo no acordarse de “Centella”. Es el caso de Superman y los superamigos, Iron Man y el Capitán América, personajes que han soportado cualquier cantidad de actores sin perder su propia identidad. A las nuevas generaciones de consumidores el actor les será menos relevante que el personaje y eso permitirá una mayor extensión de las tácticas de retail trade marketing y la realización de eventos. ¿Ya conocieron a Baby Yoda?

Estamos muy expectantes de lo que traerá la combinación de las nuevas tecnologías, los nuevos orígenes de la producción, las nuevas narrativas y las nuevas maneras de consumir tanto el cine como los seriados. Nos imaginamos cosas como salas de cine experiencial, experimental e interactivo. Seriados con historias al extremo individualizadas. Nuevas texturas y manifestaciones que desarrollarán este sector como todavía no lo hemos previsto. Todavía así, aun no consigo preparar en mi casa las crispetas que me venden en la sala de cine.

Y ahora, los vehículos. Mi esposa tiene pase, licencia, de vehículo y no sabe conducir… a pesar de que realizó el curso, siente pánico total cuando está tras el volante o sentía pues no pude convencerla de que lo hiciera nuevamente. Ella es una de esas personas que sueña con el momento cuando los carros se manejen solos y ella no tenga nada de qué preocuparse más allá de sentirse cómoda y darle las instrucciones al sistema de a dónde quiere llegar. El vehículo autónomo.

Esa es sólo una de las razones por las cuales el mundo vehicular está cambiando. Son varias las noticias que llegan al respecto. Desde Boing que junto con Mercedes Benz empezaron a desarrollar el auto volador que se supone saldrá para 2025 ó 2030, los vehículos autónomos de Amazon y de Alphabet y otra cantidad de emprendimientos que se están dando en el mundo a ese respecto, como la tabla voladora francesa o el JetPack inglés.

Hay un nuevo tipo de consumidor. Un Millennials y un Centennials remasterizados, personajes tecnológicos conscientes del deterioro del medio ambiente. Las actividades soportadas en los combustibles fósiles, en la emisión de gases contaminantes ya no son tan admisibles y que se apoyan en la existencia de mentalidades financieras anquilosadas que privilegian la acumulación de capital sobre cualquier criterio de sustentabilidad.

Este nuevo tipo de consumidor que tiene dentro de sus prioridades la movilidad, está reencontrando los beneficios tanto del transporte público y la bicicleta, como del uso de energías alternativas para el transporte y tienen como prerrogativa consciente cubrir la llamada huella de carbono.

En esta medida, las posibilidades tanto de Tesla como de los híbridos de General Motors y de Ford, Nissan, Toyota y la Mercedes Benz, se incrementarán superlativamente, aunque no están exentas de inconvenientes.

Los vehículos voladores se demorarán por su estructura de costos, lo mismo que los autónomos. Implica que la primera oportunidad será para los híbridos y luego para los eléctricos. La razón de esto es que si bien el cambio de mentalidad se inició a finales de los noventas, los cambios culturales regularmente se toman su tiempo y aunque ya los prototipos están preparados para su producción, el mercado aún no está listo.

El abandono de los combustibles fósiles ya se viene dando pero demasiado lento. Se requiere una infraestructura básica para responder a la demanda y todavía no está claro quiénes se harán cargo de proveerla. Es esa la restricción que determinará el proceso de cambio. Primero estarán los vehículos híbridos que le garanticen a los conductores no quedar a mitad de camino. Sea híbrido a gasolina, híbrido a gas o híbridos a biocombustibles.

El proceso de cambio de la estructura vehicular implica transformación en los sectores asociados. Si bien la propuesta de valor construida por la aplicación a la consciencia ambiental y los amantes a la tecnología, eventualmente cambiará al mundo, cuenta con la barrera de los intereses económicos de los productores tradicionales tanto de vehículos como de combustibles y aceites.

Las prestaciones de servicios de apoyo con talleres y repuestos requerirán de equipamiento y de recurso humano capacitado y que ya no se concebirán como “mecánicos” sino como “técnicos programadores vehiculares”, la provisión de conexiones eléctricas o de baterías de larga duración crearán restricciones que a su vez serán oportunidades de nuevos negocios. Implica la generación de un segmento de emprendedores capaces de responder a estos desarrollos y que poco a poco, en el transcurso de unos cinco a diez años serán las manifestaciones de una verdadera nueva realidad.

Veremos la transformación de lo que ahora conocemos como “estaciones de servicio”. El cliente ya no los necesitará. El que no desaparecerá será el muchacho del “trapo” que se para en los semáforos. Los aceites y otros productos cambiarán y disminuirán su valor en términos de la usabilidad. Se mantendrán los concesionarios y los vendedores pues la estructura comercial es adaptable y aunque las ventas se hagan en línea, al tratarse de un producto tangible, se sostendrá la “experiencia de compra” lo que implica los test drivers y otras interrelaciones.

Como cuando un diseñador elabora un vestido muy exclusivo para una cliente que paga mucho dinero por él. Al tiempo, ese diseño pasa a los almacenes exclusivos en donde un segmento de mujeres paga una cifra elevada pero conveniente y ajustada y luego de algún otro lapso de tiempo ese mismo diseño pasa a las tiendas relativamente populares en el que otro segmento de mujeres paga un valor económico, así mismo se desarrollará el mercado de estos nuevos tipos de transporte, lo que tomará fácilmente unos diez años, tiempo durante el cual veremos la introducción de los vehículos voladores como el nuevo diseño exclusivo.

Esto implica que los autos tradicionales verán destruido su valor. Las estructuras de servicio se reducirán en algunos casos y en las que se transformen se incrementará el valor y saldrán nuevas necesidades de servicio que crearán nuevas propuestas de valor en el mercado. En síntesis, lo que se viene será divertido. Ojalá nos toque verlo pues yo camino sobre mis cincuentas.

Otro caso es el de la dificultad con los idiomas. Todavía hay empresas que exigen que sus empleados hablen dos y tres idiomas, cuando ya empezaron a aparecer en el mercado los traductores universales como los vimos en StarTrek. Por ejemplo, revisen lo que Pilot está haciendo, esto transformará al mundo en un lapso muy corto.

Un dispositivo que escucha, interpreta y transmite otros idiomas en tiempo real, que si todos lo tenemos, ¿cuál será la necesidad de ir a aprender otros idiomas? Lo que se demorará un poco es que “suene con el mismo tono de voz del portador”.

Y eso que por espacio no les hablaré de la robótica para el aseo del hogar. Dispositivos a precios asequibles a todos los bolsillos que nos sorprenderán y que todos amaremos. Un ejemplo muy pequeño es el robot que limpia el piso y ni se imagina los demás. Piense en el mini dron que limpia el polvo y las paredes, la lavadora que además seca, dobla y guarda la ropa, entre muchos otros.

Como puede observar, el cambio no es el futuro, es ahora en el presente. La revolución 4.0 y la transformación digital son arrasadoras y quien de inmediato no esté listo quedará fuera del mercado. Y sí, todo esto impactará en la empleabilidad.

Empresario que medianamente esté informado, debe estar trabajando en incorporar los RPA, esto es, Automatización Robótica de Procesos. Y tiene como el centro de su filosofía el restringir la presencia de humanos en estos procesos, especialmente los de producción y que, a pesar de los altos costos de implementación, representará una reducción sustancial de los costos de producción al reducir los costos de mano de obra directa y sus costos asociados. Además de que ganará en velocidad también lo hará en competitividad.

Además de la computación en la nube, es decir, pasar todos sus procesos digitales a ser manejados por una inteligencia artificial en la nube, también debe estar pensando en Inteligencia Artificial Operacional, como ya viene siendo desde hace unos años la aplicación del Blockchaing a diferentes escenarios empresariales, sumados a una IA. Lo que no se limita sólo a la producción y a la logística, va más allá. Esta nueva Inteligencia Artificial, captura, organiza, administra, aprende, interpreta y comprende, anticipa, crea y propone. Cosas que no creíamos que podría hacer, pero sí, ya he visto los casos. Ya no se trata sólo de monitorización, Business Marketing Intelligence o analítica de datos del negocio, es mucho más, y otra vez, súmele la 5G.

Estos son sólo unos pírricos ejemplos de lo que ya está cambiando. La cibernética está más avanzada de lo que nos imaginamos y sectores como el de la salud y la educación se transformarán de una manera superlativa, pero parece que nosotros, como el avestruz, tenemos la cabeza metida en la tierra.

Tome nota. A la pregunta de Fredy Vega, Ceo de Platzi, de por qué todas las carreras universitarias deben durar cinco años, lo obvio no es tan obvio. Se sobre entiende que es un negocio y que no se pueden equiparar las complejidades de conocimiento. Hasta ahora no conozco un técnico o tecnólogo en cirugía de cerebro. Este será el punto de quiebre de la educación. Ya no se tratará de un sistema educativo de dominación que prepara a los “obreros” para que las clases poderosas los exploten en lo que llamo “Campos de Concentración Empresarial”. Fíjese en los batallones de confeccionistas, obreros de la construcción, recolectores de café y operadores de contac center, a quienes se les niegan verdaderas oportunidades que brinda una educación de calidad. Es el poco sentido que tiene el mantener a un joven once años en el sistema educativo, que sólo sirve como guarderías, para que en realidad no haya aprendido nada y su única oportunidad sea someterse a la economía esclavista. Afortunadamente ya muchos, por su propia cuenta, se están saliendo de esto. Estas nuevas realidades, en términos de la tecnología hará que en el transcurso de unos pocos meses una persona en aprendizaje libre y autónomo alcance las competencias funcionales de un ingeniero. La certificación la hará cada empresa en la práctica. Lo que me lleva a la pregunta: ¿usted ya despertó a la nueva realidad? ¿Cómo se está preparando?

Latinoamérica se ha caracterizado por economías poco éticas y de sobrevivencia. Aunque tiene las capacidades, la mentalidad empresarial no está lista para lo que se le viene en esta nueva realidad. No es el futuro, es el ahora pues la velocidad se ha multiplicado y la intervención de las compañías que están a la vanguardia van a arrasar con todo a su paso, aunque, literalmente, por nuestra cortedad de visión, no nos estemos dando realmente cuenta. Todavía pensamos que emprender es montar cualquier negocito que nos dé para vivir, mientras que existen átomos de emprendimiento en todas partes del mundo que están tomando la delantera, pues esto ya no se trata de países.

Wilson Garzón Morales

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